jueves, 23 de octubre de 2008

Decís perdón y un vaso termina en el fondo de sed, ya fué me voy y puertas se cierran dejando caer. La sonrisa que esquiva carlitos que dice que hoy gana el ciclón, le pateo cenizas al piso y me rindo frente a mí portón. Avanzo por la calle angosta y me llama graciela al pasar, le digo: me abrigo, vos no te preocupes, si llueve no me va a importar. Voy pensando en que no hace ni un año y las cosas ya no son igual, las disculpas NO CUESTA ACEPTARLAS,ME CUESTA SABER PERDONAR. y vuelvo a despertar, cansado de estar tan cansado de ser, me digo no hay mitad que sea tan mala como la que tenés. Y olvido que traigo conmigo canciones y amigo t u a l m a e s a h o r a m i e s t r e l l a, el dolor ya no hace mal.
Mirando estoy, a veces me toca un silencio total, colgado de la hoja más alta del árbol que sé imaginar, porque hay cosas que sangran por dentro y nadie las puede notar, y me acuesto en la cama que un día la ropa te supe robar. Y vuelvo a despertar, cansado de estar tan cansado de ser, me digo no hay mitad que sea tan mala como la que tenés. y olvido que traigo conmigo canciones y amigos tu alma es ahora mi estrella, el dolor ya no hace mal. [...]
Si percibo en la luna esa luz eterna, que reza tu nombre y convida el sabor, quiero amanecer
que mañana no soy si no tuve tu ayer.



(Traté de que mis ojos, no te vieran taaaaaan lejos)

No hay comentarios: